miércoles, marzo 31, 2010

METODOS INNOVADORES. Enseñanza y nuevas tecnologías

Mi colega y amigo Christian Schwarz me acercó esta nota del filósofo Tomas Abraham publicada en Perfil el pasado 26.3.2010. Como docente de alma, me gustó la reflexión que hace Abraham y la solución original que propone. No debemos olvidar que las tecnologías son medios no fines.


METODOS INNOVADORES


Enseñanza y nuevas tecnologías
Por Tomas Abraham

Hace más de un cuarto de siglo que soy profesor titular de filosofía del CBC de la Universidad de Buenos Aires. Coordino un grupo de docentes que se hace cargo de comisiones de alrededor de cien alumnos cada una. Los estudiantes vienen de la secundaria. Por razones que ya no importan, derivadas de arreglos políticos entre decanos de otras épocas, la mayoría de los estudiantes que cursan la materia, además de los aspirantes a estudiar filosofía y literatura, son ingresantes a las carreras de diseño y arquitectura. Nosotros los profesores de filosofía enseñamos Platón, Descartes, Kant, Foucault, es decir, a esos escritores de prosa llamados filósofos. Hay variaciones por las que mechamos el programa con autores de otros géneros como Kafka, Borges, Huxley o Primo Levi.
Los alumnos por lo general provienen de casas con poca o ninguna biblioteca. Es un milagro encontrarse con un alumno lector. Cuando escriben por lo general lo hacen con un vocabulario básico. Sin embargo, lejos estoy de escandalizarme con las faltas de ortografía y errores de sintaxis que espantan a los especialistas en pedagogía y motivan las inquietudes de semiólogos que andan por los pasillos juntando firmas para multiplicar los talleres de escritura.
La corporación pedagógica es a la única que le va bien en materia educativa. En todos los niveles hay estancamiento y deterioro padecidos por estudiantes y maestros mientras mejor les va a los pedagogos. Cada vez tenemos mejor pedagogía y peor enseñanza, más especialistas en conocer a los alumnos y su medio ambiente y profesores más desanimados.

Pero yo también he tenido mi momento de iluminación pedagógica, que además es válido para la secundaria, y en una ocasión se lo he transmitido a colegas y alumnos. Parto de la situación de que una vez en el aula, el profesor comienza con un diálogo de Platón y el estudiante mira al frente y escucha las palabras “sofista”, “Atenas”, “reminiscencia”, “apología”. Me dije que hay un problema más allá de la nota de los parciales. No se puede dar clases si a nadie le interesa lo que se dice. Es una tortura. Tampoco se puede sostener un curso hablando como un zombie. Los años pasan y las ganas de trabajar ni siquiera se recuerdan. Es necesario un poco de entusiasmo por lo que se hace. No hay mejor método pedagógico que transmitirle a los alumnos los textos que uno ama. Para eso hay que amar. De ver tanto amor de parte del profesor, el estudiante puede llegar a preguntarse de dónde viene esa pasión.

Es muy difícil que un adolescente de 18 años entienda algo del mundo de la filosofía cuando se lo meten seco en la cabeza, sin vaselina y con horario. Por eso me dije que hay que encontrar la falla antes de que los pedagogos, los semiólogos y los psicólogos se lleven lo poco que queda.

Pensé en el problema y di mi diagnóstico inspirado por mis maestros de la filosofía: el problema es que profesores y alumnos no tenemos un mundo en común. En mis épocas de estudiante secundario, por ejemplo, existía ese mundo. Ningún miembro de clase media dudaba de que “había que estudiar” y terminar la secundaria. Era así. El mundo era así. Estaban de acuerdo los padres, los profesores, la sociedad en su conjunto. Era un deber estudiar para luego trabajar. Se podía sacar buenas o malas notas, hacerse la rata o quedarse libre, pero el código se establecía para todos.

Hoy este código está pinchado. No se sabe muy bien por qué se está en donde se está. En un reportaje realizado en Francia que leí hace años preguntaban a los alumnos de un liceo qué utilidad le veían a las materias relacionadas con los estudios sociales. El informe cotejaba las respuestas con otras dadas por generaciones anteriores en que se respondía que era para mejor informarse de los conflictos de la sociedad, para transformar y mejorar el estado de cosas, porque se tenía intenciones de ejercer la abogacía y ampliar las miras de comprensión, porque se era comunista o católico, etc. En este caso la nueva camada respondía que de no interesarse en los problemas sociales no veían de qué podía vivir el profesor.
Esto va por la pinchazón del código. Me dispuse a construir este mundo en común. Lo diré un poco a los apurones. Lo común es la actualidad. En cada clase el aula se distribuye en grupos divididos de acuerdo con las secciones de los diarios. Los periódicos son los tres o cuatro más conocidos. Un grupo se ocupa de política internacional, otro de economía, otro de policiales, otro de ciencias, otro de política nacional, sobre medios, ninguno de deportes, otro de modas, artes y así en más. Cada grupo informa sobre las novedades del día. Sobre esa base se hace un seguimiento y una investigación que incluye información respaldada por los buscadores de Internet completada por la radial y televisiva. Habrá grupos que siguen el tema de los terremotos, sobre el régimen penal, otros el de las jubilaciones en la Argentina, sobre el arroyo Maldonado, sobre las discusiones en el Congreso, el dengue y los que vayan apareciendo.

Esto en la primera hora de todas las clases. El profesor hace de Sócrates. Interroga, estimula, inquieta, propone nuevas vías de investigación, coteja versiones de una misma noticia, provoca discusiones y escucha los informes. En la segunda hora abrimos un diálogo de Platón para tratar de comprender a quiénes les hablaba el filósofo, por qué lo hacía, contra quiénes pensaba, qué finalidad perseguía, en qué mundo vivía. Es decir, la actualidad ateniense.

Cuando hablé de estas ideas en una de las clases del CBC y en alguna reunión docente, me encontré con dos problemas. Uno era que los profesores sólo leían un diario porque odiaban a los otros. No estaban en condiciones socráticas de multiplicar los puntos de vista ya que estaban “comprometidos con una visión del mundo” y un solo periódico. El otro comenzó cuando uno de los alumnos se levantó de su silla y me dijo que no venía a la universidad a leer los diarios porque eso podía hacerlo en el colectivo. Le pregunté qué diarios leía, me respondió que no le interesaba leer diarios. Le pregunté por qué había sido aplazado en el primer parcial si venía a la universidad a estudiar la materia. No me dijo nada.

Me di cuenta de que el camino no era llano. Pero me gusta la idea. Cuando leo estos días que hay planes de entregar computadoras a los colegios, distribuirlas entre los chicos, o entre los maestros, de esta u otra marca, con tal memoria o más memoria, con tales programas, software, y adiestramiento para docentes, me dije que no estaría mal preguntarse qué hacer con ellas además de aprender a usarlas.

La Web es extraordinaria. Hoy una clase de historia puede ser una maravilla de imágenes introductorias o paralelas a la lectura de textos. No se necesitan más mapas de tela pinchados en un pizarrón y un profesor de geografía con un puntero diciéndonos que el Ganges pasa por Vanarasi y tiene un kilómetro de ancho, menos que el Orinoco. La memoria deja de ser un almacén de ramos generales y puede despertarse la imaginación. La información viene con diversión y la curiosidad se estimula. Además de apreciar que el mundo en común puede ser algo fantástico, una permanente renovación, y así permitir que un proyecto educativo cumpla con su tarea, tal como decía el filósofo y pedagogo John Dewey: “Un proyecto educativo tiene la misión de que la gente siga educándose por sí misma”.

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domingo, marzo 28, 2010

La web 2.0, un arma secreta para el Ejército

La difusión de propaganda bélica y de reclutamiento a través de redes sociales como Twitter y Facebook es una tendencia que crece entre las naciones desarrolladas, con Estados Unidos a la cabeza

Enrique Fraga para LA NACION
Suplemento Enfoques: Domingo 28 de marzo de 2010. Publicado en edición impresa

Varios países (principalmente los Estados Unidos) usan Facebook y Twitter como medios de propaganda bélica y de reclutamiento entre los jóvenes. Sin embargo, la interacción propia de las redes abre nuevos desafíos en la comunicación castrense.

La ilustración del Tío Sam con los colores de la bandera estadounidense e interpelando seriamente con su dedo índice al interlocutor es una de las imágenes de reclutamiento militar más recordadas hasta hoy. Fue creada durante la Primera Guerra Mundial y, bajo el lema "Te quiero para el ejército", estuvo inspirada en otra, pero de origen británico, que retrataba en igual gesto a su Secretario de Estado de Guerra Lord Kitchener.

Ahora, un siglo después, y con las ocupaciones de Afganistán e Irak como telón de fondo, las fuerzas armadas de ambos países vuelven a coincidir en sus medios de propaganda, a través del uso de las redes sociales -como Facebook y Twitter- o Youtube.

Debido a su gran masividad, ya son varios los gobiernos de potencias centrales que han incorporado los social media como instrumentos de comunicación de sus ejércitos. Con el objetivo de atraer jóvenes reclutas, el Departamento de Defensa norteamericano rediseñó en agosto de 2009 su sitio Defense.gov adaptándolo a una estética 2.0, con lo que marcó una tendencia a la que se sumaron las armas del país.

"Tenemos que adoptar estas tecnologías. Debemos usarlas porque es lo que usan los jóvenes hoy. Necesitamos comunicarnos con ellos", afirmó entonces al departamento de prensa del Pentágono el asistente del secretario adjunto para los asuntos públicos Price Floyd.

Pero al objetivo de atraer nuevos reclutas se suma la necesidad de difundir un costado más humano de las instituciones, a fin de legitimar las operaciones militares. Eso se intenta al abrir el juego a comentarios de veteranos de guerra, familiares de soldados y combatientes, quienes encuentran en las redes una válvula de escape ante las presiones de la guerra.

"Mi hijo cumple su segunda gira en el extranjero y estoy muy orgullosa de él. Sé que está haciendo lo que siempre quiso desde que terminó el colegio. Le deseo lo mejor y espero que vuelva a casa", escribe una mujer en el canal de Facebook del Comando Especial de Operaciones norteamericano. "Hola chicos. Actualmente estudio comercialización, pero después quiero unirme a la fuerza como oficial de entrenamiento ¿Aceptarán mi título?", pregunta un joven en el espacio que la Real Fuerza Aérea Británica tiene en la red social.

"La clave de las redes es que permiten (...) una comunicación de dos vías entre el comando y la audiencia", escribió en el blog del ejército norteamericano el capitán Charles Barrett, encargado de relaciones públicas de la Tercera Brigada Pesada de Combate. "Se sigue enviando información como siempre, solo que ahora el medio ha cambiado (puesto que) permite a la audiencia responder más fácilmente".

Pero las redes no sólo son usadas para captar nuevos adeptos o como medios de socialización. En agosto último se dio a conocer que las fuerzas armadas norteamericanas monitorearon la reacción pública ante situaciones críticas por medio del rastreo de los twitteos, mensajes y videos dejados en otras redes. Tal fue el caso durante el polémico vuelo no autorizado de un avión presidencial sobre la Estatua de la Libertad, en abril de 2009, el que generó pánico entre miles de neoyorquinos.


Términos y condiciones

Desde el sitio http://www.armystrongstories.com/ el ejército de Estados Unidos promueve que los soldados de cualquier rango publiquen historias de sus actividades a través de blogs especialmente diseñados por la institución, en donde puedan "compartir su perspectiva sobre la vida cotidiana en el ejército, sin filtros", según reza en la página.

Sin embargo, la popularidad de las redes entre los soldados dispuestos en Medio Oriente (solo el canal de Facebook del US Army tiene 189 mil fans) obligó al Departamento de Defensa de Estados Unidos a redactar una política de uso en la que instó a no publicar información sensible que pudiera perjudicar la seguridad en las operaciones militares.

Es que el trabajo de comunicación con estos medios interactivos también plantea una nueva encrucijada. Narrar experiencias e historias de vida en el caso de un soldado en combate puede traer graves consecuencias.

"La inteligencia enemiga analiza Internet en busca de informaciones que podrían impedir las operaciones y poner en peligro a nuestras fuerzas", explicó un comunicado de las Fuerzas de Defensa de Israel, luego de informar que un soldado de elite había revelado en Facebook la agenda de acción programada para un operativo de su país en Cisjordania.

Es que hay países que no ven con buenos ojos el uso de redes en sus milicias. "Los soldados tienen la obligación de garantizar una absoluta discreción sobre los asuntos oficiales y a no estropear en público la reputación del ejército", afirmó a LA NACION Uwe Tautges, vocero del Ministerio de Defensa alemán, quien explicó que publicar las experiencias de los soldados puede traer efectos incalculables en la opinión pública. "Por eso, el ejército de la República Federal actualmente desaconseja a sus soldados utilizar las redes sociales para manifestar sus opiniones", aclaró.

En América latina, el Ministerio de Defensa brasileño aprovecha Twitter para informar la agenda oficial del organismo. En tanto, en Facebook no figuran páginas oficiales de las Fuerzas Armadas argentinas. Lo que sí existen, al igual que en otros países, son canales individuales de oficiales y soldados, a través de los cuales retratan su cotidianeidad y en donde intercambian experiencias junto con veteranos y aficionados al rubro militar. Por ejemplo, en el espacio "Ser Gancho de Aviación del Ejército Argentino" pueden verse desde fotos de un avión bimotor "Grumman Tracker" en su hangar hasta operativos de asistencia a andinistas lesionados, pasando por operaciones de rescate durante inundaciones en el Chaco y Formosa arriba de los clásicos helicópteros Bell UH - 1H.

Para quienes están entrenados tradicionalmente a una comunicación piramidal y unidireccional, desde arriba hacia abajo, estas herramientas en donde los flujos informativos enfatizan la interacción plantea un novedoso desafío en las fuerzas armadas del nuevo milenio.


Juegos de guerra

En línea con la necesidad de aggiornar sus medios de comunicación con nuevos dispositivos online , el ejército de los Estados Unidos no sólo ofrece canales en Facebook, My Space o Youtube. En www.goarmy.com , sitio oficial de reclutamiento del ejército, pueden verse, como en un Gran Hermano militar, episodios sobre las técnicas de entrenamiento que transforman a un civil en un soldado; se puede simular una carrera contra un vehículo blindado "Stryke" del ejército o visitar una base militar interactiva en pleno desierto, como si se tratara de un fascinante videojuego.

Pero quien quiera alistarse también podrá tener una charla preparatoria en tiempo real con el sargento Star, con la particularidad de que nuestro guía es una animación virtual, un avatar, símil a cualquier personaje de un juego de PC. Su nombre remite a las iniciales de Strong, Trained And Ready, que en inglés siginifican fuerte, entrenado y preparado.

"Comencé mi misión el 2 de agosto de 2006 (...) ¿Qué puedo responder por usted sobre el Ejército?", contesta la máquina, entrenada para dar respuesta a todo lo que un joven podría hoy preguntar, desde qué tipo de música escucha ("Tengo un gusto ecléctico. Me gustan desde los clásicos al hip-hop"), hasta qué se siente al matar en la guerra: "Aunque puede ser posible luchar en una guerra, unirse al ejército, no se trata de matar a nadie. Usted puede o no estar involucrado en esa clase de situaciones, sin embargo, ser parte del ejército de los Estados Unidos significa servir y defender a su país".

Toda una maquinaria propagandística.




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jueves, marzo 11, 2010

“Nunca hay que apostar en contra de la tecnología”


Gonzalo Alonso (VP de Operaciones de Globant) y Alberto Arébalos (Director de Comunicaciones Globales y Asuntos Públicos de Google) en la Universidad de Palermo.
El 17 de noviembre pasado los autores del libro La Revolución Horizontal. El poder de la comunicación en manos de la gente, excelente libro para adentrarse en el mundo de las comunicaciones 2.0, estuvieron en la UP. Recopilo algunas de sus frases más sugerentes:

“Hay empresas, productos y servicios que nunca van a dar el salto, que tienen una resistencia al mundo que visualizan. Poner cercos al contenido de Internet no funciona. La velocidad de propagación de la información tiene un alcance que no habíamos visto. Los medios tradicionales se alimentan de Internet y hacen que la información de la Web salte al mundo. Nunca hay que apostar en contra de la tecnología”, expresó Gonzalo Alonso.

“Creemos que no se puede ver al mundo como online u offline. La concepción acerca que hay dos mundos separados es un error. Hay empresas que se resisten a formar parte del mundo de Internet y de la Web 2.0. Las marcas van a tener que ser concientes que esto existe”. Alberto Arébalos

“Lo que las marcas necesitan hoy es tener una muy buena historia, eso es lo que las va a mantener vivas. El efecto del boca en boca ahora es en horas. Los críticos son la gente. Lo que permite Internet es monitorear la credibilidad. Ahora hay un diálogo, por eso decimos que la comunicación es horizontal, no sólo es una gacetilla de prensa, hay personas con nombres y apellidos. Esta revolución no tiene líder”. Alberto Arébalos

“Nunca nadie antes en la historia podía informar a nivel mundial a costo cero”. Alberto Arébalos

Pegado de Universidad de Palermo - Newsletter 88 / 2010

lunes, marzo 08, 2010

Los pasajeros encontraron en los blogs un nuevo libro de quejas

Visto y leído en Clarín:

MAS DE UNA DECENA DE SITIOS EN LA WEB DONDE SE MULTIPLICAN LOS RECLAMOS POR PROBLEMAS DE TRENES, SUBTES Y MICROS


La voz de los usuarios en la web 2.0

Julián: usuario de la línea de Ferrocarril Metropolitano (ex Roca), muy enojado por el mal servicio que presta". "Candelaria: hago esto porque tengo la profunda convicción de que podemos lograr cosas importantes". Así se presentan Julián de Sa Souza (31) y Candelaria Schamun (26), dos usuarios del transporte público que encontraron en la Web una forma original de canalizar la bronca, denunciar y reclamar por las malas condiciones en las que viajan a diario. Julian creó el blog Como Vacas!!! y Candelaria, Viajé como el orto. Pero no son los únicos. "¡Basta de viajar como ganado! ¡Evitemos un Cromañón ferroviario!", reclaman los Pasajeros del Roca, que también tienen un blog y, luego de varios pedidos, el martes fueron recibidos por la Subsecretaría de Transporte Ferroviario.


En la Web hay más de una decena de blogs sobre trenes, colectivos y subtes. "Pasajeros cansados de viajar como ganado. Muuuuu! para los trenes de las líneas Mitre y Sarmiento de TBA", se lee en TBA me mata. Y en Buenosaireslaplata, el tema son los micros que cubren ese tramo: "No es novedad que los servicios están colapsados. No se entiende por qué la situación de anormalidad se ha convertido en lo normal".


Cansados de llenar libros de quejas, los usuarios crearon blogs que se nutren de textos, fotos y videos que aportan tanto sus creadores como los lectores. Allí encuentran un espacio para compartir opiniones, informar a otros y generar propuestas. "Mi blog -afirma Candelaria- es sobre transporte en general. Lo abrí porque tomaba el tren Retiro-Tigre: estaba lleno y los horarios no se respetaban. Ahora viajo en subte y 'cubro' la línea D". Ya tuvo casi 174.800 visitas.

Julián vive en Longchamps. Su blog es sobre el Roca. "Es básicamente participación. Son pocas las fotos que tomé yo, la mayoría las envían otros pasajeros", dice. Miriam Garré (48), de Claypole, forma parte del blog colectivo Pasajeros del Roca, y cuenta algo similar: "Somos pasajeros autoconvocados. El blog lo armamos para expresarnos. Sirve para conocer los problemas de otros usuarios e incluirlos en las presentaciones a las autoridades".

Al contrario de lo que podría pensarse, estas denuncias no quedan perdidas en la blogósfera, sino que generan reacciones. Los bloggers afirman que las empresas que administran los servicios cuestionados visitan los sitios. "Sé que los de Metrovías leen el blog y siento que hay cosas que se lograron a partir de la masividad que tuvo. Hice un relevamiento de las estaciones de subte donde faltaban mangueras, y en 10 días las pusieron", opina Candelaria. Lo mismo descubrió Julián. Al estudiar las estadísticas de visitas, encontró que entre sus lectores "se cuentan Transporte Metropolitano Gral. Roca S.A., y el grupo Benito Roggio e Hijos S.A., que controla Metrovías".

En algunos blogs hubo una propuesta de realizar un "paro de usuarios". Por las dificultades que implica, la iniciativa no prosperó, pero la idea misma da cuenta del estado de ánimo de los pasajeros. En Viajé como el orto se puede firmar un petitorio a la CNRT, al que adhieren muchos otros sitios. "El blog no está contra las empresas. Lo que quiero es un buen servicio. Internet es rápido y cómodo, desde tu casa podés firmar", explica Candelaria. Hasta ahora firmaron más de 5.000 personas.


Los Pasajeros del Roca consideran que la amplia difusión que tuvo su blog influyó para que los recibiera el subsecretario de transporte ferroviario, Antonio Luna. "En la reunión pedimos detalles de proyectos e inversiones y los tiempos de solución que manejan. Luna escuchó los reclamos y propuso volver a reunirnos", cuenta Miriam.

Consultados por Clarín, en Metrovías señalan: "La empresa respeta la opinión de todos los usuarios, cualquiera sea el medio por el cual se expresen. Es una oportunidad para mejorar el servicio, pero es importante que sea debidamente canalizada". En TBA afirman que los blogs que se refieren a esa empresa "no tienen representatividad. No es un canal válido de comunicación con nuestros pasajeros, pero nuestra política es de apertura para recibir reclamos en forma directa. También hay un espacio para ello en nuestro sitio web".

Hace poco, los creadores de TBA me mata descubrieron que los titulares de la empresa no sólo leen el blog, sino que armaron los suyos propios, donde de algún modo responden a los cuestionamientos. TBA lo confirmó: "Es para mostrar las obras e inversiones que se hacen".

Fuente de información: Diario Clarín