miércoles, septiembre 07, 2005

Más info sobre Merck y la crisis Vioxx


Este es un resumen del artículo de Paul Holmes para PR Week que amplia lo que dije hace unas semanas. En azul estan mis comentarios.

La multa contra Merck muestra que la buena gestión PR es muchas veces la mejor defensa legal

Históricamente, los consultores legales y de PR han estado enfrentados durante las crisis corporativas, ya que los abogados suelen pedir prudencia y los técnicos de relaciones públicas, apertura y honestidad.
Los resultados del primer juicio de Vioxx, (...) por la formidable suma de 250 millones de dólares debe dar por terminado el debate de una vez por todas.
Merck esperaba ganar este caso particular. Había pocas evidencias directas que vincularan los problemas cardíacos de este hombre con Vioxx: la tomó solamente durante ocho meses, los estudios sugieren que los problemas cardiovasculares empezaron después de 18 meses; y la causa de muerte que figura en el certificado de defunción era arritmia, no se trataba de un ataque cardíaco (a pesar de que la médica examinadora testificó que creía que la causa de la arritmia había sido un ataque al corazón).
El veredicto de culpable y la suma de $230 millones de dólares en daños punitivos sugieren que el jurado estuvo motivado por la indignación que sentía -al igual que muchos cientos de miles de norteamericanos- hacia el comportamiento de Merck. La indignación está totalmente justificada y es un resultado directo de que Merck haya puesto a los abogados y a los marketineros por sobre los consejos de su gente de PR.
Creo que hay dos cosas que pueden parecer contradictorias. La primera es que Merck es culpable de una seria negligencia por lo menos en lo que se refiere a Vioxx. Y la segunda es que la droga no debería haber sido quitada del mercado. La verdad es que Vioxx - y otras drogas de su tipo – proveen de mucho más alivio para ciertos pacientes que otros calmantes que no les sirven. Pero ellos tienen el derecho de decidir si asumen el riesgo de tomar un medicamento particular, y fueron negados de ese derecho cuando Merck (y la FDA) eligió no compartir los resultados de pruebas clínicas con pacientes y médicos.
Solo para buscar problemas, Merck permitió que Vioxx se recetara a pacientes que no les era estrictamente necesario. Y es difícil no llegar a la conclusión de que las compañías farmacéuticas fomentaron - o por lo menos no rechazaron activamente – la entrega de esta droga, que tenía un gran éxito de ventas, a personas que podían ser tratadas con un medicamento menos poderoso. En el caso de Vioxx, algunos pacientes preguntaban por la droga cuando un par de analgésicos hubieran sido más que efectivos. Ellos estaban (sin saberlo) tomando un riesgo no proporcionado al beneficio de la droga (el viejo tema de la presión económica que hace que la ecuación riesgo beneficio se vea trastornada).
Fue un fracaso para Merck comunicar el riesgo que el jurado en Texas había castigado. La lección es que las buenas relaciones públicas pueden proveer una mejor defensa legal que muchos buenos abogados (el común de la gente sigue pensando en la fantasía del riesgo cero).

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