jueves, septiembre 14, 2006

Eliseo Verón Dixit

Extractos de la entrevista al socio-semiólogo Eliseo Verón publicada en Clarín del domingo 3.09.06.

¿Qué piensa de un fenómeno como el de los blogs?

-Es un género nuevo. Es muy interesante y enriquecerá el mundo de las comunicaciones. Claro que debe estabilizarse. Sé que en los Estados Unidos hay muchos blogs excelentes, en general realizados por periodistas profesionales. Los mejores son los hechos por quienes manejan las disciplinas periodísticas tradicionales.

Algunos profetizan un futuro arduo para los medios impresos a partir de la explosión de Internet. ¿Coincide?

—Hay una larga tradición de procedimientos, rutinas y modalidades de trabajo que acompañaron una enorme parte de la tarea periodística durante muchísimo tiempo. Esa tradición está en crisis porque los soportes están en crisis. Aunque yo espero fervientemente que no desaparezca la posibilidad de leer en el diario impreso lo que ha sucedido en el mundo el día anterior de acuerdo a una organización en la que haya una nota de tapa por ejemplo y una suerte de jerarquización de las noticias. En fin, cuando surgió la televisión, irrumpió pero desestabilizó menos al periodismo escrito de lo que se suponía. Desde lo gráfico hubo primero cierto desprecio por la TV, y una multitud de prejuicios contra ella. Pero a la vez, los medios gráficos intentaron parecerse a la TV. Recuerdo que en Francia se intentaban editar páginas de los diarios con la idea de que los lectores hicieran zapping con ellas. ¿Que significó eso? Esa mimetización no fue buena. Lo que no se ha hecho es discutir sobre el poder analítico que tienen los diarios. Lo tienen los diarios y no lo tiene por sus características la televisión.

La televisión a la vez afronta una situación de cambio radical.

—La TV que conocemos desaparece. Y la gente de la industria de la televisión lo sabe bien. La informática, el universo audiovisual y las telecomunicaciones en general van a ser una sola cosa. Se termina lo que llamamos el broadcasting, la emisión organizada centralmente.

¿En qué se basa para realizar una afirmación tan contundente?

—Un punto de inflexión fue la aparición de la CNN. Hasta entonces, en la televisión histórica el presentador de un noticiero sabía que durante el mediodía tenía determinada audiencia, y el presentador de la noche sabía que tenía otro público. La CNN llega a un señor en Japón que está desayunando, mientras que en California está cenando. Tiende a diluirse el concepto de programación tradicional. La televisión histórica funcionó en base a la programación. Aún la CNN conserva algo así como una programación. Pero en muy poco tiempo, cada uno podrá ver el producto "televisivo" que quiera en el aparato que quiera. No va a haber mas grillas de programas. No va a haber más rating.

Pero en estos mismos momentos las luchas por el rating son feroces y se libran minuto a minuto.

—Es el canto del cisne de la TV histórica. Apple lanzó el año pasado el siguiente modelo: a las 24 horas de que un programa se emite por televisión, un usuario puede comprarlo por 3 dólares y bajarlo en su IPod sin publicidad. Yo en Italia, hace muy poco, ví los 24 capítulos completos de una serie, via IPod, pero eso también va a cambiar. Porque ahora que lo pienso era insoportable. Cada capítulo estaba lleno de reiteraciones, que explicaban los anteriores. Las series también van a ser transformadas por la convergencia.

¿Por qué teniendo todo para continuar su vida académica en Europa ha elegido instalarse profesionalmente en la Argentina?

—Por razones afectivas por supuesto, y porque es una decisión racional a la vez. Aquí hay más vitalidad. Menos indiferencia. Mayor interés por lo que está pasando.

¿Está seguro?

—Absolutamente.

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