El pasado mes de Agosto el Rey Lennon Observer cumplió 4 años. Desde aquel entonces, la blogósfera se ha expandido de manera geométrica y las redes sociales estallaron. Lo que apenas comenzaba, hoy es una realidad.En aquel entonces, me figuraba que el RL Observer podría emular las reflexiones que Edward y Doris Bernays escribían en su newsletter Contact. La meta era, por cierto, muy elevada. Aspiro, con la ayuda inestimable de los lectores, seguir adelante.
Me gustaría, a 4 años del comienzo, reflexionar con Uds. sobre el fenómeno de YouTube.
YouTube, la nueva TV
YouTube es simple: un sitio web donde la gente comparte videos. Su complejidad aparece a la hora de enumerar su contenido, es difícil saber qué hay dentro de esa casa mostrenca. Videos “caseros” que muestran la vida cotidiana de miles de personas comunes; oscuras confesiones de jóvenes y no tan jóvenes (como el caso de Peter Oakley el famoso jubilado inglés más conocido como “geriatric1927”, por el año de su nacimiento); pequeñas ficciones; spots publicitarios; spots políticos; músicos aficionados mostrando sus habilidades y esperando ser “descubiertos” por algún productor; porno soft; humor; imágenes periodísticas captadas por teléfonos celulares; fragmentos de la gran TV “off-line”; fragmentos de películas; videos de famosos y un largo etcétera.
YouTube es ante todo la memoria audiovisual del mundo contemporáneo al alcance de todos y producido por todos. Una nueva convergencia, esta vez entre espectador y productor. Papeles que se intercambian.
Señala el periodista Héctor M. Guyot que en YouTube “Lo que subyace, pareciera, es la tensión entre cultura basada en la interioridad, la profundidad y el esfuerzo, que rigió en occidente durante los últimos doscientos años, y otra emergente que en cambio privilegia el flujo, el juego, las apariencias y la espectacularidad.”[1]
Los números son abrumadores:
En 60 años de existencia, las tres principales cadenas de TV estadounidenses produjeron juntas 1.500.000 de horas de programación. YouTube recibió el mismo volumen sólo en los primeros 6 meses del año 2008, a un ritmo de 9.200 horas de video por día, el equivalente de lo que producirían 385 canales en 24 hs.[2] Más del 85% del material que se sube es nuevo y original.[3]
Y el tema ya comienza a preocupar a los grandes monarcas de la TV. Señala Gastón Roitberg que “el prime time televisivo se ve amenazado por el interés que despierta el video on-line en la generación de nativos digitales” (los menores de 20 años).[4]
En 60 años de existencia, las tres principales cadenas de TV estadounidenses produjeron juntas 1.500.000 de horas de programación. YouTube recibió el mismo volumen sólo en los primeros 6 meses del año 2008, a un ritmo de 9.200 horas de video por día, el equivalente de lo que producirían 385 canales en 24 hs.[2] Más del 85% del material que se sube es nuevo y original.[3]
Y el tema ya comienza a preocupar a los grandes monarcas de la TV. Señala Gastón Roitberg que “el prime time televisivo se ve amenazado por el interés que despierta el video on-line en la generación de nativos digitales” (los menores de 20 años).[4]
Una TV generada por los consumidores en la plataforma típica de la Web 2.0, que permite interactuar con el material audiovisual dejando comentarios, eligiéndolo como favorito, reenviándolo por e-mail; bajándolo a la propia PC o incluso recreándolo es mucho más atractivo para los jóvenes que la típica actitud pasiva del televidente tradicional.Y Gastón Roitberg comenta que ya está planteada la batalla entre estos dos gigantes, “pero uno es más veloz, interactivo y ofrece un menú a la carta que resulta muy tentador”.[5]
Para reflexionar:
a) Pauta publicitaria televisiva tradicional vs. Mensaje interactivo y viral.
b) La fragmentación infinita del espacio televisivo que significa YouTube desde el punto de vista de los contenidos sumada a sus características intrínsecas: simpleza, brevedad, accesibilidad; interactividad y adaptabilidad a múltiples soportes (PC, teléfonos celulares, reproductores de mp4, e-mail).
c) Ficción o realidad; información o entretenimiento son conceptos que aparecen hoy mixturados en el continuo audiovisual de YouTube.
a) Pauta publicitaria televisiva tradicional vs. Mensaje interactivo y viral.
b) La fragmentación infinita del espacio televisivo que significa YouTube desde el punto de vista de los contenidos sumada a sus características intrínsecas: simpleza, brevedad, accesibilidad; interactividad y adaptabilidad a múltiples soportes (PC, teléfonos celulares, reproductores de mp4, e-mail).
c) Ficción o realidad; información o entretenimiento son conceptos que aparecen hoy mixturados en el continuo audiovisual de YouTube.
Una mirada crítica a este fenómeno es la que aporta Chris Nolan fundadora de Spot-on.com. Señala que “YouTube es una excelente herramienta tecnológica para la venta de publicidad; esos es todo lo que es; porque, en verdad, su contenido es estúpido, irrelevante y no aporta ningún valor.”[6]
Invito al lector a comprobar que el contenido de YouTube no es tan estúpido, ni tan irrelevante y que muchas veces aporta valor. Basta con introducir en la búsqueda, por ejemplo, Alfred Hichcock o Federico Fellini y encontrar trailers y escenas de sus magistrales películas, bandas de sonido, homenajes y entrevistas; o Miles Davis y asombrarse al verlo tocar su trompeta en vivo en 1967, o Thelonious Monk y escucharlo acariciar su piano en París en 1966.
Como dijo alguna vez Julio César al cruzar el río Rubicon: "Alea Iacta est" ("la suerte está echada").
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