martes, septiembre 20, 2005

Los virus de la democracia

Me pareció interesante reproducir este artículo de Rodeiro, vale la pena. Saludos FRL.

Los virus de la democracia
Por Luis Rodeiro (La voz del Interior, Córdoba)

Intelectuales que han dedicado muchos años de su vida al estudio de este sistema político, como los italianos Bobbio, Sartori o más recientemente Agamben, se preguntan sobre el futuro de la democracia y hacen referencia a muchos virus que ponen un signo de interrogante sobre su lozanía y perdurabilidad. A ellos se suman el portugués y premio Nobel de Literatura, José Saramago, o el pensador francés Alain Badiou.
Los 21 años de democracia en el país bien valen para reflexionar, a la luz de sus pensamientos y de nuestra realidad.

El virus de la desigualdad
Son muchos los pensadores que afirman lo que todos conocemos: el drama mayor de las democracias, para que éstas no sean sólo expresión del interjuego de máquinas electorales, es la desigualdad hiriente, la exclusión social y ciudadana, la falta de acceso a los derechos fundamentales por gran parte de la sociedad. Si bien es cierto, no es un virus novedoso, su importancia es cada vez mayor porque la desocupación, la miseria y el hambre han crecido en el mundo en forma descomunal.
El francés Alain Badiou no duda en señalar que la gran cuestión política contemporánea es la igualdad. “Si no hay una política sobre este problema, tendremos –ya tenemos– grandes violencias, injusticias y egoísmo”. Con esos contravalores, es obvio que no se puede construir una democracia viva, una República de iguales. En nuestro país, los 14 millones de pobres, a los que la democracia les tiene reservada sólo la represión, que están fuera de la ley, que en el mejor de los casos el Estado les “tira algo” de la manera más indigna y despreciativa, no puede ser la base de una construcción democrática.Sin duda, la democracia como sistema, como forma de resolución de las contradicciones, como forma política de gobierno, camina hacia su derrota, si no es capaz de plantearse profundamente la democratización de la economía. Las primeras 100 empresas aumentaron sus ganancias en 47 por ciento en el último año y, dentro de ellas, las primeras 10 lo hicieron en 300 por ciento. La democracia no admite ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda. Libertad, Fraternidad e Igualdad, decían los franceses de la Revolución.

El virus de la videocracia
Giovanni Sartori, un anciano respetable que junto al ya desaparecido Norberto Bobbio ha dedicado toda su vida al estudio de la democracia, nos advierte que la teoría democrática “no anda demasiado bien”. Para el pensador italiano, las ideas son sustanciales al sistema, pero éstas en la cruda realidad presente “están bajo sospecha”.En primer lugar, porque las ideas fueron sustituidas por las ideologías, es decir, en la caracterización de Sartori, en “ideas fosilizadas, repetidas mecánicamente sin ser pensadas por nadie”. Los pensadores devienen en ideólogos, perdiendo la capacidad crítica, la libertad de creación, para pensar sólo al servicio de una supuesta verdad revelada. Para diferenciarlos, precisamente, de los pensadores, José Isaacson los llamaba burócratas del pensamiento.Pero también porque en la cultura contemporánea, las ideas fueron debilitadas –sostiene Sartori– y devastadas por un crescendo ensordecedor de inculturas. Las democracias actuales, limitadas a un simple ejercicio electoral, se realizan como definía Albert Dicey, como “gobiernos de opinión”. Y el maestro italiano nos recuerda la distinción entre ideas, capaces de vitalizar la construcción cotidiana de la democracia, y la mera opinión que es doxa, no es episteme, no es saber. Para hacerlo más claro, Sartori habla de que las opiniones son “ideas ligeras”, que no deben ser probadas.
La democracia en toda su dimensión, en la tesitura del maestro, necesita sabios, pero la mera democracia electoral, no. Requiere de un “público que tenga opiniones”. Y es aquí donde precisamente aparece el virus de la videocracia, que plantea en profundidad de cómo se forma ese opinión pública.
No se trata de denostarla, ya que además de las ideas que ayudan a la invención diaria de la democracia, la opinión pública también debe servir para alimentar y sostenerla. El requisito para que ello ocurra es que esa opinión pueda generarse con grandes dosis de autonomía, de formación endógena.Para Sartori, “desde el advenimiento del bombardeo de los medios masivos y precisamente de la televisión, la opinión pública ha pasado a ser cada vez más video-dirigida y por ende hétero-dirigida, es decir dirigida por otro”.
Su conclusión es clara: “Así desaparece la opinión pública, queda sólo la opinión en el público”. Si miramos nuestra propia realidad, veremos cómo en la temática de la inseguridad, manejada por los grandes grupos económicos, los grandes monopolios televisivos, determinaron una opinión pública que concluyó con el dictado de leyes represivas y solicitudes de “tolerancia cero”, donde lo que faltan son esas ideas que para Sartori son fundamentales al desarrollo democrático.

El virus de las encuestas
Estrechamente vinculado al planteo de Sartori, el autor de Pequeño manual de encuestas, Federico Rey Lennon, expresa que éstas estimulan el “pesimismo democrático”. Las preguntas inmediatas sobre estados de ánimo, dan como resultado la convicción de que nada cambiará, porque la gente reacciona desde sus intereses, despegada de una conciencia de “bien común”.
Para Rey Lennon, tienen otra característica que debilita el desarrollo democrático, ya que favorece las políticas populistas, en su sentido demagógico, o sea de popularidad. Para un líder político, el ejercicio de la democracia contemporánea, lo hace jugar permanentemente en lo que él llama el “barómetro de popularidad”, ya que al subir o bajar puntos en ese ranking se lo relaciona directamente con su éxito o su fracaso como tal.
Aferrados a ese “cortoplacismo”, los políticos cambian declaraciones, intensifican actuaciones y se mueven en una democracia ficticia, incapaz de resolver los problemas de fondo, ese campo donde las ideas, el pensamiento crítico, se torna esencial.Por último, en los considerandos de Rey Lennon hay otro elemento que convierte al excesivo culto de la encuesta en un instrumento que tiene el efecto de establecer al político la “agenda” de su acción pública: “porque conocer que la opinión pública centra su atención en una cuestión contribuye a que esa misma opinión se reafirme”.
A la supeditación mediática de Sartori como un malestar para la democracia, debe agregarse entonces como muy cercano el virus de la “tiranía de los encuestólogos”.

El virus de la excepcionalidad
Otro italiano, Giorgio Agamben, nos acerca otra preocupación sobre el estado de la democracia: la mayoría de los gobiernos –explica en una entrevista anunciando un libro sobre el tema– adoptan en forma duradera y estable medidas de excepción, que por definición deberían ser provisionales, pero que son moneda corriente.
La historia de los argentinos de los últimos años está plagada de acciones gubernamentales, legislativas y judiciales que son expresión de “excepcionalidad”. Este hecho que nos parece tan nuestro, para Agamben es una “forma paradigmática de gobierno” en el mundo, que tiene su aparición y su conversión en regla en el siglo 20 y que continúa creando permanentemente una especie de “limbo legal”, en el que se suspende el Estado de derecho. Ello explica leyes especiales, reelecciones, “corralitos” financieros, delegación de poderes del Legislativo al Ejecutivo, tendencia manifiesta a la política de superpoderes, etcétera.

El virus de la decisión concentrada
El gran escritor portugués y premio Nobel de Literatura, José Saramago, no vacila en declarar que la democracia está herida de muerte. Y a esa crítica la realiza desde su condición de ciudadano y de la sensación de que, como tales, no tenemos importancia alguna en el funcionamiento de la sociedad. El análisis es categórico: según Saramago, tenemos la posibilidad de elegir a nuestros representantes, base del sistema, pero cada vez tenemos menos “capacidad para cambiar la dirección del país”. Y la limitación surge de la propia organización democrática, cuya teoría y práctica dista años luz de una triste realidad: “el poder actual es el económico”.Para el autor de El Evangelio según Jesucristo, pasa a ser una retórica cansadora la vieja afirmación de que la democracia es el poder del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, porque las decisiones son tomadas por un grupo minúsculo que ostenta el poder económico. La democracia se ha tornado en plutocracia, define el escritor.Este análisis no dista mucho de nuestra experiencia. El modelo económico neoliberal, en su etapa más salvaje, fue impuesto por el menemismo tras un inobjetable triunfo electoral con parámetros políticos y económicos totalmente opuestos, abrevados en las antiguas banderas peronistas. La Alianza, cuyas figuras centrales fueron De la Rúa y Álvarez, triunfó electoralmente prometiendo un cambio profundo de dicho modelo, que no obstante siguió vigente y que concluyó convocando a uno de sus creadores para una imposible desarticulación. Como bien dice Saramago, los gobernantes concluyen siendo los representantes políticos del poder económico. Para exigir el cambio, para demostrar la hartura de la sociedad con el modelo neoliberal, el pueblo debió ganar la calle, por fuera de los resortes del sistema, protagonizar los hechos del 19 y 20 de diciembre de 2001 y plantar una consigna literalmente imposible de ser cumplida, pero simbólicamente muy rica desde lo político: ¡Que se vayan todos!.
Cuando la reacción popular, espontánea e inorgánica, volvió a su cauce en el sistema, la sociedad no encontró su representación. Tan es así, que Menem triunfa en la primera vuelta electoral y quien finalmente sería consagrado presidente obtiene tan sólo el 22 por ciento de los votos. Si bien Kirchner supo escuchar en parte a la sociedad y procedió a cambios importantes en la política del Estado, la realidad indica que ese poder del que se queja Saramago sigue en la misma manos, imponiendo los límites de sus propios intereses. No hay cambios significativos en la redistribución del ingreso, prosigue el alto grado de concentración del mercado, no se insinúan cambios en el injusto sistema impositivo, etcétera.
Con estas ideas, Saramago escribe su Ensayo sobre la lucidez, donde la salida se produce por una creciente toma de conciencia de los ciudadanos que en la consulta electoral dan una victoria tan contundente al voto en blanco, que desencadena una verdadera explosión, una crisis profunda en el poder. Es decir, más allá del voto en blanco, en una toma de conciencia de la ciudadanía, que desemboca en organización y que sigue siendo una deuda de la democracia argentina.

miércoles, septiembre 14, 2005

Blogs, Foros y Web Pages ¿formadores de agenda?

Una pregunta que ronda en la cabeza de un buen número de comunicadores institucionales y PR es saber si los medios on-line (en particular los blogs y los foros) se comportan como los tradicionales medios off-line a la hora de fijar la agenda temática de la opinión pública.
De acuerdo a las lecturas que uno realiza y a lo escuchado en el reciente Congreso Panamericano de Comunicación en Internet celebrado en la Universidad Católica Argentina (5 al 7 de sept), me surgen algunas respuestas posibles -que obviamente necesitaran mayor investigación para alcanzar el nivel de respuestas definitivas-.
En primer lugar, las investigaciones que presentó Max McCombs en el Congreso, señalan que los medios on-line más consultados en los EE.UU. (las versiones on-line de 2 grandes diarios norteamericanos como el Washington Post y el New York Times, MSNNBC, Google News, CNN y Yahoo News) actúan básicamente igual que los medios off-line. Esto significa que tienen la capacidad de mediar entre (parafraseando a Lippmann) "el mundo exterior y las imágenes en la mente de los lectores". Este efecto se verifica tanto en el primer nivel de la agenda (agenda de temas) como en el segundo (aspectos o características de esos temas). Sin embargo, estos efectos se verifican en un nivel de correlación más bajo que el de los medios tradicionales off-line.
La otra cuestión a dilucidar es ¿quiénes consumen estos nuevos medios de información? Lo interesante es que casi la mitad de los navegantes en los sites de info se solapan con los lectores tradicionales de medios off-line. En este sentido los nuevos medios actúan como refuerzo de la agenda de un grupo de personas altamente informado.
Pero la otra mitad son los nuevos lectores: jovenes-adultos en su mayoría, nivel de educación medio-alto, techies, lectores ocasionales de las versiones off-line.
Asimismo, entre los navegantes de páginas de info se encuentran muchos periodistas y productores de noticias "off-line", que han cambiado su hábito de "hacer la calle" en busca de información y se limitan a "observar" el mundo desde la pantalla de su PC. Estos datos indican que los medios on-line actúan, las más de las veces, como una de las múltiples fuentes de información de los periodistas, es decir son parte de los factores que fijan la agenda de los medios .
¿Qué pasa con los blogs y foros de discusión? La sorpresa de lo escuchado en el Congreso es que no mucha gente consume la info albergada por los millones de blogs que flotan en el ciberespacio (por favor que alguien lea esto!!!!!).
Sólo algunos pocos blogs (los que producen expertos en su afán por difundir sus inquietudes y puntos de vista) son leídos por los periodistas, productores de noticias, otros expertos y líderes de opinión. Obviamente, esta tendencia se refuerza ante situaciones de crisis como el reciente huracán Katrina, las bombas en Londres, o la Guerra del Golfo. En estos casos, la info y las fotos que publican estos periodistas improvisados, que desde el mismo lugar de la tragedia cuentan lo que les pasa, adquiere un impacto brutal en la agenda de los medios.
En síntesis, considero que los blogs son una interesante manera, aunque incipiente, de influir en la agenda intramedios, ya que funciona como una fuente de info para los priodistas. El peso específico de cada Blog, estará dado por la calidad de la info que pyublica, por su notioriedad y por la credibiliada intrínseca de su autor. Es en este sentido, que los blogs "institucionales" corren el altísimo riesgo de ser percibidos como fuente interesada, simples apéndices de la política corporativa de comunicación, y, ya se sabe, la credibilidad de las grandes corporaciones está por los suelos luego de los escándalos de ENRON, Worldcomm y Parmalat.
El debate está abierto, los PR no podemos quedarnos al margen de esta discusión.

sábado, septiembre 10, 2005

McCombs en la Argentina



El Dr. Maxwell McCombs, quien con Donald Shaw es el
autor de la teoría de la Agenda Setting, estuvo por primera vez en la Argentina esta semana que termina.
Para mi fue un gran honor poder recibirlo en la Universidad Católica Argentina, y acompañarlo estos 7 días por Buenos Aires.
Conozco a Max -como lo llamamos todos sus discipulos- desde 1994, cuando conformamos el equipo de investigación en Pamplona, España, que luego realizaría las dos investigaciones, pioneras en el campo, sobre la agenda de atributos de candidatos en 1995 y 1996. Luego nos cruzamos en un Congreso de la WAPOR en Sidney, donde presenté mi investigación sobre agenda setting realizada en Buenos Aires en 1997 (la priemra realizada en la Argentina) y al año siguiente -creo que fue en el 2001- me invitó a pasar 15 fantásticos días en la Universidad de Texas, en Austin, dónde Max enseña.
En estos días pasados estuvo comentándonos los nuevos desafíos que enfrenta la teoría: como los nuevos medios y en especial la Internet fijan la aenda. Es interesante comprobar que las investigaciones realizadas hasta ahora demuestran que Internet se comporta de igual manera en cuanto a fijación de agenda que los medios "offline". Asimismo, destacó que el campo de aplicación de la agenda setting se va ampliando más y más (ya son cerca de 400 las investigaciones en todo el mundo) y él prevee muchos trabajos de investigación en áreas como salud (campañas de prevención, p.e.) y corporate reputation.
En la Universidad, tuvimos oportunidad de mostrarle los adelantos de tres investigaciones que versan sobre temas de agenda setting (la de Teresa Téramo y Lidia de la Torre sobre la Imagen de la Iglesia Católica; la de Liza Martínez Prieto sobre publicidad política en campaña electoral y por último la de Jorge Liotti que indaga sobre el flujo internacional de las noticias). Aproveché también para dejarle una copia de la tesis de doctorado Ramón Monteiro (Universidad Nacional de Río Cuarto), tesis que he dirigido, que en breve defenderá en la Universidad Austral. Este trabajo presenta algunas características especiales, es un single-issue study sobre la influencia que los noticieros de la TV local tienen en la fijación en la agenda pública del tema "desocupación" y sus aspectos, en el marco de una ciudad pequeña como Río Cuarto.
Pues bien, una semana muy activa con la visita de un referente ineludible de la Mass Communication Research. Gracias Max!!!!!
Info sobre agenda setting: www.agendasetting.com

miércoles, septiembre 07, 2005

Más info sobre Merck y la crisis Vioxx


Este es un resumen del artículo de Paul Holmes para PR Week que amplia lo que dije hace unas semanas. En azul estan mis comentarios.

La multa contra Merck muestra que la buena gestión PR es muchas veces la mejor defensa legal

Históricamente, los consultores legales y de PR han estado enfrentados durante las crisis corporativas, ya que los abogados suelen pedir prudencia y los técnicos de relaciones públicas, apertura y honestidad.
Los resultados del primer juicio de Vioxx, (...) por la formidable suma de 250 millones de dólares debe dar por terminado el debate de una vez por todas.
Merck esperaba ganar este caso particular. Había pocas evidencias directas que vincularan los problemas cardíacos de este hombre con Vioxx: la tomó solamente durante ocho meses, los estudios sugieren que los problemas cardiovasculares empezaron después de 18 meses; y la causa de muerte que figura en el certificado de defunción era arritmia, no se trataba de un ataque cardíaco (a pesar de que la médica examinadora testificó que creía que la causa de la arritmia había sido un ataque al corazón).
El veredicto de culpable y la suma de $230 millones de dólares en daños punitivos sugieren que el jurado estuvo motivado por la indignación que sentía -al igual que muchos cientos de miles de norteamericanos- hacia el comportamiento de Merck. La indignación está totalmente justificada y es un resultado directo de que Merck haya puesto a los abogados y a los marketineros por sobre los consejos de su gente de PR.
Creo que hay dos cosas que pueden parecer contradictorias. La primera es que Merck es culpable de una seria negligencia por lo menos en lo que se refiere a Vioxx. Y la segunda es que la droga no debería haber sido quitada del mercado. La verdad es que Vioxx - y otras drogas de su tipo – proveen de mucho más alivio para ciertos pacientes que otros calmantes que no les sirven. Pero ellos tienen el derecho de decidir si asumen el riesgo de tomar un medicamento particular, y fueron negados de ese derecho cuando Merck (y la FDA) eligió no compartir los resultados de pruebas clínicas con pacientes y médicos.
Solo para buscar problemas, Merck permitió que Vioxx se recetara a pacientes que no les era estrictamente necesario. Y es difícil no llegar a la conclusión de que las compañías farmacéuticas fomentaron - o por lo menos no rechazaron activamente – la entrega de esta droga, que tenía un gran éxito de ventas, a personas que podían ser tratadas con un medicamento menos poderoso. En el caso de Vioxx, algunos pacientes preguntaban por la droga cuando un par de analgésicos hubieran sido más que efectivos. Ellos estaban (sin saberlo) tomando un riesgo no proporcionado al beneficio de la droga (el viejo tema de la presión económica que hace que la ecuación riesgo beneficio se vea trastornada).
Fue un fracaso para Merck comunicar el riesgo que el jurado en Texas había castigado. La lección es que las buenas relaciones públicas pueden proveer una mejor defensa legal que muchos buenos abogados (el común de la gente sigue pensando en la fantasía del riesgo cero).