La agencia británica Fuel PR, conocida por protagonizar el escandaloso ‘Sweaty-gate’ (algo así como ‘caso sudoroso’), fue desvinculada de la Asociación de Consultores de Relaciones Públicas (PRCA, por sus siglas en inglés) por su accionar, y su directora ejecutiva perdió su membresía en la entidad.
La agencia fue declarada culpable de haber violado el código profesional de la PRCA, luego de que PRWeek descubriera que una de sus ejecutivas de cuentas protagonizó un artículo de la Press Association para publicitar un producto de un cliente.
El artículo contaba la historia de una mujer que transpiraba en exceso y, luego de innumerables frustraciones, encontró la mágica solución en el producto de un cliente de la agencia de PR.
En consecuencia, PA tuvo que pedir disculpas e indemnizar a un número de periódicos nacionales que publicaron la historia como verídica.
El Comité de Prácticas Profesionales de la PRCA decidió unánimemente que Fuel PR estaba en una clara violación de sus normas profesionales y que la gravedad del daño reputacional a la industria era tan grande que “la desvinculación de la entidad era la única opción”, según una declaración oficial.
Esta es la primera expulsión de la PRCA en una década.
La agencia no podrá volver a aplicar para asociarse a la PRCA durante al menos cinco años.
Fuente: Revista Imagen
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