Interesante puja entre la industria de la TV por cable argentina y Grupo Telefónica la que narra Epifanio Blanco en su Portinos. Parece que todas las miradas del sector apuntan al Grupo Telefónica.
Lo que sucede es que la convergencia tecnológica permite hoy que las operadoras telefónicas brinden a la vez telefonía, Internet y televisión por un mismo hilo, el cable telefónico. Esta misma convergencia posibilita que la televisión por cable brinde, además, Internet en banda ancha y servicios de telecomunicaciones, a través del cable, claro.
Todo bien pero los operadores de TV por cable se quejan de que las telefónicas ignoran sus pedidos de acceso o bien les imponen precios exorbitantes; ejemplo: un mega de conectividad en provincia de Buenos Aires cuesta 390 dólares y, en Ituzaingo, Corrientes, 1200 dólares.
Ambos sectores, señala E. Blanco, están abiertamente en pugna, una pugna un tanto desigual si medimos el peso específico de sus lobbistas: el del Grupo Telefónica ante el mundo es el mismísimo Don Juan Carlos, Rey de España; mientras que por las operadores es Walter Burzaco, presidente de la Asociación Argentina de Televisión por Cable (ATVC).
La disparidad de fuerzas y poder de lobby del Grupo es muy relevante: sus principales accionistas son el BBVA, la Caixa y un mínimo porcentaje del estado español.
Por el lado de la TV por cable, se asiste a una industria que conforman más de 700 pymes en 19 provincias y que extienden a su riesgo un servicio que llega a 5.300.000 abonados.
Una disparidad que se extiende a quien contribuye mejor a conservar, crear y recrear la identidad nacional versus la globalización.
2 comentarios:
Astuto comentario. Denota un amplio conocimiento del medio. Gracias.
Efectivamente, el lobbista numero uno de todas las empresas españolas es Don Juan Carlos, con lo cual agrega un suculento extra al presupuesto de la Casa Real. Pero el lobbista de los cableros no es Walter Burzaco. El lobbista Nº 1 es Hector Magnetto, dueño de Cablevisión. Burzaco es un "Cablevisión residual", cosa de garantizar cierto maquillaje de pluralismo en el plano del cable. Sería demasiado evidente que estuviera el Gordo Verdaguer, Pablo Casei (sobrino de Magnetto), Martin Etchevers (Rene Butterfly) o Jorge Rendo. Hay que guardar cartas porque la mesa del Casino (no el Colorado) Clarín es grande y variada.
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